“El ladrón de Almas”

MEDEA

Medea. Cerro los ojos, complacida, la voz del ladrón de cuerpos resonó en un grandioso visto bueno, dentro de su mente.

-          Necesito al Vampiro, con los demás si Kefren no los necesita haz lo que plazcas. Medea…. procura hacerlos sufrir…  y mucho.

-          Es una promesa.-ríe- Empezare  por  lo más complicado primero.

Con un rápido movimiento se  incorporar y  dirige hacia  Tanayri  quien de rodillas balbucea ensimismado.

-          Tanayri…. No debiste salir de Europa, hablaremos con calma después…- le susurra al oído, antes de rozar su frente y ojos, dejándolo inconsciente- …Ese lobo no ira a ninguna parte aun - Dice en voz alta dirigiendo una mirada a Kefren – Tu maestro me lo ha obsequiado, no tocar por favor…. Necesito charlar con un antiguo… amigo para devolver esta deferencia. ¿Hay algún problema?, querido házmelo saber  prontamente, que según mi política, el que calla otorga.

Detrás de ella hace bastante tiempo, Ancel Kun, había estado conversando acaloradamente con Jenofonte, si sus voces no la engañaban, era sobre el amor, el ladrón de almas y ellos… por un instante, el lado lógico de su mente desdeño la posibilidad de validar la relación entre esos tres factores, desencadenando una risa profundamente burlona, que ella hizo sonora, interrumpiendo así  la solemnidad del discursos de ambos.

-          Querido Jenofonte, disculparas que te interrumpa de tu dialogo con Ancel Kun, como veras – entorna los ojos y señala  con el dedo índice a cada uno de los presentes en el salón-  esta no es al mejor situación, ni el mejor momento…

Debo confesarte que me entusiasma poder hablar contigo, sin la presencia  de Julio Cesar, en estos momentos de extrema seriedad, es lo más conveniente y lógico que mis voces callen y solo la supervivencia hable… escúchame atentamente, que ni yo misma se por cuento tiempo podre estar cuerda.

Procedemos ambos de la época de la disertación y al dialéctica… mucho bla bla bla… poético, pero inútil, Jenofonte hemos caído en territorio Hostil, tus mejores cartas yacen inconscientes en el suelo, arriba el sol está poniéndose y es muy probable que Julio Cesar quiera retozar con sus pimpollos antes, de leer la correspondencia o preguntarse dónde está su asistente… - Ríe mientras rodea lentamente al nosferatu, sin dejar de mantener la mirada fija  en el- Escuchas tu también, las voces  que hablan de  sangre, magia y ¿sacrificio?, aun no entiendo este rompecabezas, pero te garantizo, que somos solo piezas de un lienzo, y el pintor está ahí.. Oculto entre las sombras, esperando a que maduremos para añadirnos a su caldero y ponerte en el menú. La buena noticia… es que parece ser que le gusta  jugar con las presas,… mmmmm... sí... como un gato mañoso y viejo…. ¡Un gato Jenofonte!- ¡Jajajajaja!- escucha solo hay una opción que te garantiza salir con vida hoy, para seguir luchando mañana. Sea cual sea, tú decisión,  espero volver a vernos otra vez.

Ahora debo retirarme necesito depilar a un lobo... – ríe mientras camina, hacia Tanayri,  echándoselo sobre el hombro,   con la mano libre, tira de la cola del Crinos inconsciente, camina hacia la salida;   antes de abandonar la sala, gira  mirando sobre el Hombro a Kefren, Ancel kun y Jenofonte.

-          Lo digo en serio… -ríe- este ladrón de almas es un sádico. (acaricia la cabeza del Crinos con ternura mientras susurra cerca al oído) es mejor calvo que muerto…. Es mejor.