jueves, 30 de enero de 2014


01 Noche

Ending: Camila – Nanga ti feo  

 

Diablo disfrazado para el amor pareces, diablo con mirada y con ternura casi angelical,

se que has de pagar por mi dolor y mi sufrir con creces y te veré llorar y habrás de suplicar por mí… me exiges siempre más y más de lo que te mereces y aunque tienes de mi todo lo que tú puedas hoy desear,  te llevas de mi vida siempre lo que te parece, si todo te lo di que más quieres tener de mí… diablo juvenil cara infantil yo quiero ser tu dueño, dame de esa boca la tormenta que tú puedes desatar, déjame mirar tus ojos y encontrarme en ellos, y por el paisaje de tu cuerpo déjame viajar...

 

Audy Schreiker

 

 

   Audy miraba a Marco Antonio si, reconocía que era un vampiro fuerte y hermoso pero no lo suficiente, no para el.

-          Marco Antonio –sonreía levemente- ¿crees que eres suficiente para mí?

-          ¿Tú lo crees mi queridísimo Audy? –sonreía mientras mostraba sus colmillos-

-          Déjate de juegos… si vine fue a ver a tu “sire” vengo a ver al dueño no a la mascota…

-          No pensé que fueras “tan romántico” –lamia su cuello-

-          Que terrible condena… -Julio Cesar interrumpía- debe de ser vivir como tu Schreiker… enamorado aun de “ese cazador” no me digas… -suspiraba mientras la joven continuaba con el sexo oral- que ahora te has vuelto “virgen de espíritu” –reía- tu… que has buscado el amor en cada rincón…

-          He probado a mejores que tú… -tomaba de la garganta a Marco Antonio ¿Qué me puedes ofrecer de diferente al resto? Nada… -se apartaba violentamente-

-          ¿Crees? –Julio Cesar cerraba los ojos a la par que se encendían irradiando un tono rojizo- puedo ayudarte a recobrar un poco de “ese amor” necesito aliados como tu…

-          Lo pensare –Audy caminaba hacia la salida-

   Julio Cesar daba un repentino salto empujando con violencia a la joven mientras abrazaba fuertemente de espaldas al vampiro mordiéndole el cuello. Los recuerdos de Audy de golpe los podía ver con claridad. Un cumulo de sensaciones hacía que Julio Cesar se alejara violentamente de él.

-          Vaya que delicia… -mojaba sus labios con la lengua bebiendo las ultimas gotas de sangre- que mascota tomaste… ahora puedo entenderte un poco más… y a la fuerza tienes… un punto adicional… -suspiraba-

-          No creo que no te sentí… -cerraba los ojos- decidí que me mordieras para que, al final comprendieras que si “ese ladrón” es la persona que he estado esperando no habrá alianzas… lo único será el…

-          Me preguntas ¿qué es el amor? – Julio Cesar se erguía detrás de el-  entonces te he de responder no con una respuesta, porque al final me doy cuenta que el amor no se puede explicar con palabras al menos el que le profeso a ella no, quizás los demás puedan pero yo, en este caso no puedo, esta pregunta ya me la has hecho antes y ahora en vez de responderte con simples palabras de un niño temeroso lo haré con los hechos,  pero antes tienes que asegurare de que Nicole será llevaba a salvo a su oficina, y también que no habrá sospecha alguna de ella por parte de la milicia alemana, de no ser así, yo mismo me expondré al sol y tu lazo solo quedara en eso, porque si ella es arriesgada mi vida no tiene caso ni un sentido… ¿no fue eso lo que te respondió tu adorado cazador?

-          Y entendí que yo jamás seria nadie para el… pero también supe desde ese día que el seria todo para mi… -caminaba hacia la puerta-

-          Espera –Julio Cesar lo tomaba del brazo- y si yo por un momento te diera algo… un tinte de placer… entiendo por lo que pasas yo que soy un príncipe solo tengo esto… -tomaba a la mujer de los cabellos y la arrojaba a sus pies ¿crees que es suficiente?

-          Te basta por algo la tienes…

-          Escúchame Audy ese ladrón de almas me inquieta –se acercaba a él y lo decía en el oído- mi inquieta tanto como tu a mi… te necesito a mi lado…

-          Yo no te necesito a ti… -se soltaba mientras salía de la habitación-

-          Mi querido Marco Antonio… ¿Por qué no vas a sorprender a nuestro invitado? –sonreía mientras pasaba su mano por el rostro-

   Audy sacaba de entre sus ropas un cigarrillo mientras apretaba el botón del elevador. Veía que la luz de los pisos no se movía. Se desesperaba un poco y tomaba las escaleras de emergencia. Ajustaba un poco el abrigo que tenía mientras daba una fumada a su cigarrillo.

-          Audy… ha pasado tanto tiempo…

   Sentía que su corazón se paralizaba por segundo. Apenas mantenía el cigarrillo en sus labios mientras sus ojos se hacían enormes. Esa voz, la que había esperado por años, no… por siglos, ahora la escuchaba justamente detrás de él. Se giró lentamente y ante sus ojos la figura de Alpha, aquel cazador del se cual había encargado de convertirlo, se presentaba ante sus ojos.

-          Eres tu… tu por fin… sabía que regresarías a mi… yo sabía que, pasara lo que pasara nos volveríamos a ver… después de lo que paso con Kefren –daba un paso y lo abrazaba fuertemente- pensé que te había perdido… -lo apretaba contra su cuerpo- pensé que no volverías a mi pero ahora lo veo… estas aquí… que por fin alguien le da sentido al significado del amor… -lo besaba con fuerza-

-          No sabia que fueras tan “fogoso”

   Al escuchar esto Audy se aparto con violencia.

-          Tu… mascota de Julio Cesar… -lo empujaba con violencia-

-          Mi Sire es poderoso Audy puede hacer tu deseo realidad… tu cazador se puede mostrar ante ti si gustas… -sonreía levemente-

-          Ese Julio Cesar tiene talento no cabe duda, con solo probar mi sangre pudo ver y darte a ti lo que yo necesito…

-          Podemos jugar a que puedo ser tu adorado ¿alpha? Gamma, delta ¿Qué más da?

-          Tienes razón… no soporto más su ausencia… -lo tomaba violentamente del abrigo y lo estrellaba contra la pared- muéstrate como el… sigue con el hechizo de tu sire, que más da… -lamia su garganta- quiero que regrese el al menos por un instante engañare a mi mente…

-          Mi sire desea complacerte sabe que… si no es de esta forma no pasara…-deslizaba su mano sobre su rostro- si esta es la imagen que te complacerá…

   Audy veía ante sus ojos a Kirk J’Peur aquel que había sido su obsesión por años. Aunque el sabía que no era más que Marco Antonio mandado por Julio Cesar con alguna especie de hechizo, en ese momento no importaba, lo único que quería era recordar ese breve momento que, aunque fue a la fuerza había sido para él lo más importante en décadas. Lo besaba con fuerza mientras abría con violencia la camisa mientras enterraba con fuerza sus colmillos en sus pezones. Marco Antonio solo emitía un pequeño grito mientras mojaba sus labios y se aferraba a su espalda. Lo empujaba hasta caer en el piso junto a la escalera, metía con violencia su mano en sus pantalones apretando su virilidad.

-          Sé que no eres el… lo se… por el simple hecho de que él no se me hubiera dado así… pero esto es lo que quiero aquí y ahora… -lo giraba mientras le bajaba los pantalones- porque cuando regreses… -Audy sacaba su masculinidad y la enterraba de golpe en Marco Antonio que solo cerro sus puños- cuando lo hagas… -se movía con violencia- te prometo que esto… no será nada con lo que te hare, esta vez me asegurare de que no puedas liberarte de mí, te mantendré a la fuerza así tenga que verterte toda la sangre todas las noches…  -enterraba sus uñas en su cadera- Kirk J’Peur…

-          Quizás –Julio Cesar se recargaba en el umbral de la puerta de las escaleras de emergencia- pueda tener un aliado… -sonreía lujurioso-

 

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