miércoles, 19 de febrero de 2014


02 Noche

Ending: Joee “Died in your arms”

 

   Cuando sueño… ¿Dónde te encuentras? ¿Dónde estás? nuestras lágrimas van muriendo de a poco mientras el mundo se eleva… y cuando sueño, cuando escucho tus gritos… el miedo se va perdiendo… en tu sueño de pronto me encuentro, en tus noches… en tu llanto…

 

Audy Schreiker

 

 

“Cena en estas ciudad con unos antiguos… necesito a un aliado a mi lado…”

 

Afectuosamente…

Julio Cesar.

 

   Minutos habían pasado cuando el sobre blanco con adornos dorados había sido arrojado por debajo de su puerta, ni siquiera se había percatado de ello. Aun la presencia de Kefren lejos de molestarle le había inquietado ¿Por qué hoy? ¿para que? aun así se había quedado corto en su ofrecimiento ¿el sol? Que le importaba, en cambio Julio Cesar había leído exactamente lo que deseaba, entre que le había ofrecido a su mascota más preciada, y bebido de su sangre el, se había acercado a su alma o lo que quedaba de ella. Julio Cesar le había invitado a una reunión, de esas que en algún tiempo solía tener y sin embargo el hastió había hecho que, dejara de asistir. Si Kefren estaba en la ciudad, y Julio Cesar había hablado de su cazador entonces era real: se encontraban en el mismo lugar y en el mismo tiempo. Se vistió para la ocasión una cena con los “antiguos” no era un tema de restarle importancia. Eligio un traje todo lo contrario a lo esperado: blanco de pies a cabeza. Ajusto el cinto de su gabardina blanca y salía de su pent house. Por fin era de noche, la noche a la cual él ya estaba acostumbrado. Se abrían las puertas del ascensor, entraba de golpe mientras bajaba tranquilo. Pasaron segundos cuando salía del lujoso edificio.

-          Pídeme un taxi –se lo dijo en seco al mozo del edificio-

-          Si enseguida –asentía con la cabeza y  segundos después un taxi se encontraba a media calle-

   Subía de golpe mientras le daba la tarjeta con la dirección hacia donde se dirigía. Pasaron aproximadamente veinte minutos en los cuales un silencio rodeo el ambiente.  Llegaron hasta el imponente edificio. Audy en silencio le arrojo un billete y se bajó del automóvil. Camino hasta la entrada cuando ante el Marco Antonio salió a recibirlo.

-          Audy… -lo miraba lujurioso- no ha pasado ya mucho tiempo… ¿a que debo el verte de nuevo?

-          Tu “sire” solicita mi presencia…

-          Lo se… solo bromeaba –sonreía sensualmente- de hecho me ha enviado a recibirte…

-          Necesito hablar con Julio Cesar…

-          Si el también contigo… -le hacía una seña indicándole subir al ascensor- te ves bien de ese color… tu piel luce mucho más… apetecible…

-          Supuse que todos irían de oscuro, los antiguos son un tanto predecibles… -metía su mano entre el bolsillo de la gabardina-

-          ¿Buscas esto? –Marco Antonio ya había sacado un cigarrillo y le ofrecía la cajetilla- ¿se hago sentir incomodo?

-          Tu no… -no le prestaba atención y encendía un cigarrillo- otra situación…

-          Mi sire te espera –abría las puertas de par en par del pent house de Julio Cesar- es por acá… ya sabes los antiguos requieren privacidad…

-          Se de eso…

-          Audy tu y yo… la podríamos pasar tan bien… mucho mejor que ayer…

-          ¿Crees? –lo arrojaba contra la pared mientras rozaba sus labios- Marco tu eres… solo noches… -le susurraba al odio mientras iba a sus labios y los besaba levente- para ser exactos máximo tres noches… no das para más… me aburrirías –sonreía mientras se alejaba- ¿Dónde esta tu sire?

-          Abre esa puerta… ahí –lo miraba con odio-

   Audy abría la puerta, ante el un festín. El cuerpo ya vacío de un joven aún se encontraba en la mesa.

-          Audy querido –Julio Cesar se levantaba- has llegado tarde…

-          Que descortesía –exclamaba uno de los antiguos- la puntualidad nunca fue lo tuyo…

-          Cierto… -si quitaba el abrigo y lo entregaba a Yoda- pero no me he perdido de nada más que del “festín” pero veo que ya se agotó…

-          Eso es por llegar tarde… -otro de los antiguos con un aire sobrio le devolvía la mirada-

-          Hemos estado charlando –Julio Cesar interrumpía la conversación tratando de relajar el ambiente- de “ese” –lo decía en forma despectiva- al que llaman “ladrón de almas”

-          Ha ido a verme uno de sus “sirvientes” –sentenciaba Audy mientras ordenaba a la joven que llenara su copa con el vital líquido-

-          ¿Qué? ¿y que quería? –reía otro-

-          No es alguien común… no es alguien que deban de tomar como débil… es un antiguo… mucho más que ustedes…

-          No nos tengas en espera… ¿Quién? –preguntaba Julio Cesar intrigado-

-          Kefren…

-          ¡¿Qué?! –uno de los antiguos se levantaba angustiado- no te creo…

-          Fue el, el que hace menos de horas estuvo a verme…

-          No puede ser… -Julio Cesar pasaba saliva- si Kefren esta con el… -desviaba la mirada pensativo- ¿Qué quería?

-          Alianzas…

-          Pero… ¿a ti? –otro de los antiguos lo miraba- no eres tan importante como nosotros… ¿Qué desea de ti?

-          Kefren tiene motivos más específicos, personales podría decir –bebía de la copa- pero el ladrón no se… ni siquiera puedo imaginar como es o quien es… solo se que, el lo considera “Dios”

-          ¡Kefren es más antiguo que nosotros! –uno de los antiguos tomaba sus cosas y salía de la habitación-

-          Pero ¡que te pasa! –Julio Cesar lo detenía del brazo-

-          ¿Estás loco o que? ¿te opondrás a uno más antiguo que tu? –se soltaba-

   Julio Cesar lo miraba con odio mientras el antiguo nosferatu se dirigía a la puerta. De un salto lo atacaba por la espalda mientras arrancaba parte de su garganta. Los demás invitados solo observaban, algunos asombrados, otros impávidos. El vampiro tomaba una servilleta blanca y limpiaba su rostro.

-          Deben de perdonar mis modales, pero si algo me molesta es que, no valoren el esfuerzo y la atención que les he brindado como anfitrión –se colocaba a un lado de Audy- continúen con el festín, en este momento traeré otro bocadillo para ustedes… Yoda por favor…

-          Si amo… -el vampiro obedecía inmediatamente a Julio Cesar-

-          Y dime Audy… ¿eso fue todo?

-          Ofrecen algo que… no pensé que se pudiera siquiera considerar “caminar tranquilamente por el día!

-          ¡Blasfemia! –uno de los antiguos vampiros arrojaba una copa furioso contra el suelo- magia negra… blasfemia…

   Los antiguos comenzaban a hablar entre ellos mientras Audy se acercaba al oído de Julio Cesar.

-          Pero no te traicionare… siempre y cuando cumplas lo acordado –sonreia mientras daba un trago a la copa-

 


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