jueves, 20 de febrero de 2014


02 Noche

Tanairy Dankworth

Ending:  Patrick Fiori – Tan que tu vis

 

Jadore se había marchado, y solo restaba en la habitación, Medea y Tanairy, quien yacía sobre un mullido sillón al lado del fuego falso, a los pies de  la cama adoselada, desde la cual Medea lo observaba fijamente. Desde hace media hora, el cazador parecía estar soñando  algo que le ponía intranquilo, su frente perlada de sudor y los puños contraídos, le indicaban que pronto daría el salto a la lucidez alejándose de la pesadilla que estuviese soñando… Y se dio, con un grito ahogado y un ademan de salir corriendo.

  Su cuerpo sentía frio, en ecos escuchaba voces pero la pesadez del sueño ocasionado por Kefren todavía surtía efectos. Abría los ojos lentamente  y lo primero que podía ver era una joven junto a su rostro. Los separaban no más de 30 centímetros. Recargaba su rostro con ambas manos y sonreía se encontraba de cuclillas. Tanairy desconcertado se alejaba con violencia.

-          Tardaste mucho en despertar –Medea sonreía- había olvidado lo frágiles que son los humanos…

-          ¿Dónde estoy? –miraba desconcertado a su alrededor lo último que recordaba era el imponente hombre que había sometido a ese hombro lobo y el vampiro al cual se había aliado parecía petrificado-

-          ¿Importa? –Medea se erguía- En verdad, eres… aun… demasiado frágil y vulnerable, un corazón noble  - acerca el dedo índice señalando y tocando  al ritmo de sus latidos el pecho de  Tanairy- Una mente receptiva y un cuerpo vulnerable.… Aun me siguen gustando tus ojos… ¿Aun puedes verlos y aun puedes oírlos?

-           Eres un hijo de la noche…

-          ¿De la noche? –soltaba una carcajada- ¿Acaso estas ciego? – Señala su pecho indicando que mire su escote- me ofendes… Soy una Hija de la noche, una Hija de Caín, Una orate, una mujer, una fuerza del wyrm femenina, si, si claro  te sorprenderías saber qué cosas he sido y soy- sonríe señalándolo-…… ¿y tú que eres… Un cazador…? ¿Cazado? Discúlpame si me rio inconteniblemente – Ríe- … Hablas dormido y  te mueves deliciosamente… es demasiada intriga para mi… ¿Qué te perturba tanto, no es el miedo a lo sobrenatural, debe ser algo mucho más…humano y mundano… estás enamorado de Kirk.?- hecha a reír mirándolo de soslayo.

-          ¿Tú qué sabes de mí y de lo que yo quiero? ¿enamorado? ¿y tú qué sabes de eso “hija de la noche”? –lo decía en tono sarcástico- cuando estas vacía por dentro… sin corazón que lata… y si así fuera ¿Qué? Te reirás de mi ¿y qué más? Ni siquiera puedes comprenderlo… ¿o alguna vez sentiste algo que no fuera placer al alimentarte de seres inocentes?

-          Alguna vez fui humana, y si, se mucho más del amor que tú, en tu corta existencia, he vivido cientos de años, sin sangre y sin corazón… pero llena de amor… jajaja… Yo siempre me rio de todo, excepto de lo serio. Y tus insultos distan de tener seriedad para mí. Si quieres respuestas serias, habla con argumento serios. Solo consigues discutir con mis voces más... locas. Debiste quedarte en Europa, me gustan tus ojos Tanairy… eso te ha salvado hoy pero no estaré siempre predispuestas a seguir a mis excentricidades, hazte fuerte y sobrevive por tus propios medios.. Dime Tanairy Dankworth, visionario de lo sobrenatural que te llevo a aceptar una alianza tan insulsa… en serio ¿Pensabas  enfrentar a un enemigo sin conocer  su real alcance?, que os sucede críos hijos de Adán y de Gaia… y también  de Caín, te recuerdo por si lo has olvidado, que la loca soy yo…  

-          No todo es lo que parece… si eres aliada del hombre que se presentó ante nosotros, un par de alianzas “de momento” no vendrían mal… sé que estoy limitado y me falta mucho por aprender, y es precisamente eso lo que no me hace cegarme, seguro tú me entiendes ya que no es la primera vez que nos vemos..   

-          Te seré brutalmente sincera… Tanairy, el motivo por el cual te dejo ir hoy, es el mismo por el cual, te deje ir en Europa, me gustan tus ojos y lo que ven, me gusta tus oídos y lo que son capaces de escuchar, me gusta tu corazón y lo que es capaz de sentir… me intriga… soy caprichosa…- risa- Te iras hoy por tu propia voluntad, y tienes mi permiso para buscarme cuando quieras… si algún día quieres pasarte al lado oscuro – risa frenética- y   hacerte más fuerte a costo de una maldicioncilla  que te impide estar en el día paseándote de la mano con Kirk….. Ven a mí, 

-          No tengo porque responderte a eso –la miraba con determinación-

-          Ahora acércate  y déjame ver lo que no puedes responder…- susurra Medea, extendiéndole la mano, Tanairy con los ojos nublados la mira, extrañamente no puede controlar su cuerpo, se acerca a ella, hasta estar sentado a su lado y recuesta su cabeza en el hombro de Medea, tranquilo –abría sus labios mientras enterraba sus colmillos en su garganta- Darling… me dirás lo que necesito –sonreía mientras cerraba los ojos-

   Inmediatamente los recuerdos de Tanairy se veían reflejados en su mente como pequeños fragmentos que caían de golpe. Pudo ver que en la mayoría de esos recuerdos se encontraba aquel cazador.

-          Aburrido –pensaba ella mientras le echaba un vistazo a su vida- demasiado soso… demasiado aburrido… -lo empujaba mientras el llevaba inmediatamente su mano hacia su herida- no eres mejor que el crinos que acabo de dejar ir… toda tu patética vida gira alrededor de el… ¿Qué si lo vas a traicionar? Claro que lo harás… tienes razón tu amor es tan insensato que aburre… me aburre a mi… ¿Cómo no lo hará a el? –reía a carcajadas- eres muy gracioso… muy gracioso Tanairy… ahora lárgate… no seré más condescendiente con alguien tan simple… -se limpiaba la sangre de sus labios-

-          Tengo que vivir –miraba a la mujer reír a carcajadas- como sea no he de morir hoy…. No aquí… y no junto a ella –salía de la casona- no aquí… -caminaba lentamente- siento que las fuerzas me abandonan… necesito ir a un hospital si no… -sentía su mano bañada en sangre- necesito… -veía a un pequeño grupo de jóvenes que reía se acercaba a ellos para aferrarse a uno- necesito… un médico… -caía en medio de ellos y una de las chicas llamaba a una ambulancia- no aquí… no ahora…

 

 

 


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