“El Ladrón de Almas”
MEDEA
Todo sucedió rápido, sin discursos,
ni explicaciones, ni amenazas, solo con la determinación de quien lleva a cabo
una orden, Kefren se había limitado a asentir
con un leve movimiento de cabeza, luego de la respuesta dada por Ancel y
Medea; sin decir nada hecho a andar rumbo al sur, y al centro, cada vez más
profundo, conduciendo a los hijos de Malkav a las mismas entrañas de la ciudad,
Las cloacas, era sin dudas el mejor lugar para camuflar el escondite de quien hacía llamarse el ladrón de almas, ahí donde
la escoria de la ciudad se encontraba y se fundía la esencia de toda la ciudad en
un sucio caldo. El aire se hacía cada vez, más espeso y repugnante, era un
alivio que no se tuviera la necesidad de respirar, otro motivo para haber escogido semejante escondite,- una de
sus voces pensó- solo un no humano podría llegar hasta tan lejos y solo aquel
que supiera con certeza donde se escondía, el ser, podría encontrarlo. Hace más
de 2 kilómetros que ella había dejado de marcar la ruta con alguna parte de su
mente, al dar la última vuelta al oscuro y hediondo pasaje, no pudo contener la
carcajada que estaba bailando en su rostro desde que ingresaron a las Cloacas.
Frente a ellos se hallaba un puerta
enorme, si el entorno era de cemento y escoria, la puerta era madera, vieja y
despedida aun la esencia y las voces de la era que la había dado vida.
Medea, miró de reojo a Ancel Kun,
buscando alguna resonancia en su mente, ¿Acaso no estaba tan extasiado como
ella?, a duras penas, ella podía
retrasar su paso al ritmo de Kefren
y no dejarse llevar por el impulso, de entrar corriendo al recinto lleno
de luz y brillo antiguo. Como una luz que atrae a las polillas- se burló riendo en su mente-. Si Kefren era
antiguo y sus dioses eran egipcios, las
cosas que decoraban este escondite, no le pertenecían a él, al menos no
completamente… esos tejidos esas imágenes y ese simbolismo, eran más antiguos y
familiares, probablemente, perdido en algún rincón de su mente, esta, la pieza
que uniria todo en una explicación perfectamente racional, una de esas
explicaciones que le gustaban tanto.
-
Kefren,
Kefren, Kefren….…. Lástima que seas rubio, ¡Tienes un potencial Ario increíble!.-risa
-
¿Qué te ha
atado a esto?, ¿Acaso un antiguo de tu sangriento Clan?, ¿Que ha podido acontecer en tu pasado?, para que
alguien tan fuerte como tú se vea en la necesidad de aceptar un pacto tan
turbulento… - Entiendo el Misterio para conmigo y mi hermano, pero ¿Acaso tú
también? Oh… esos tremeré con sus pactos sanguíneos… luego de un tiempo es casi
casi como volverse loco por ellos…-Le susurra al oído a Kefren mientras
caminan.
-
Nosotros
en nuestra locura somos más libres que siendo fanáticos… - termina el monologo
diriéngole una mirada divertida
acompañada de una sonrisa a Ancel Kun, que marchaba a su lado, detrás de Kefren siempre. - Desde que salimos al encuentro del misterio
Hermano mío, tu alexitímico rostro solo me da indicios de la batalla emocional
que tienes dentro de tu cabeza, ocultar las voces solo hace que te confundas
más… créeme tienes que dejarlas ser.
Sin dejar de caminar Kefren la escucha, entornando los ojos cada
cierto tiempo, al llegar justo al centro del recinto, cuando estuvieron los 3
debajo de un tapiz con diseños
elaborados, se detiene, dirigiéndose con voz seria y servil hacia la presencia
inminente que allí yace.
- Maestro... - susurra Kefren pero en la sala no hay nadie. -
Maestro, le traigo dos nuevos adeptos - hace una pausa, como si escuchara, y
luego continúa -. De la estirpe Malkavian... - pausa -. Serán
leales.
Aunque Medea, rastrea con ojos
vampíricos todo el lugar no encuentra sombra alguna, solo percibe, murmullos y
destellos, que la confunden y a la vez la inundan con una emoción parecida a la
alegría y el pánico.
Un grito de Asombro escapa de su boca,
instintivamente, se coloca en posición
defensiva cuando la voz le habla dentro de su mente.
-"Bienvenidos, hijos míos, ha llegado la hora del
sacrificio". su intuición le advierte peligro, demasiado tarde, la magia del ser
obra su efecto y se siente desfallecer.
- Oh…. Vaya…. Sujétate Medea… -
exclama para sí misma en voz alta
Cae y yace en el suelo, sobre un
tapiz bordado que parece contar una historia, no puede moverse, tan sólo percibe la sombra de Kefren
desplazarse, mirándola en el suelo
mientras prepara algo, que al parecer planea acercárselo
con alguna finalidad.
- Dolerá - dice el Tremeré -
pero el placer será superior a lo conocido.
- Cuento con ello… - carcajada
– Ya puedo sentir la dolorosa alegría… es casi casi… es como saborear una verdad relativa…-
Jadea con las ultimas fuerzas que
le permite su fuerza, luego de ello el
dolor físico, la hace caer en un sopor, extrañamente tranquilizador, las voces de otros le susurran miles de posibilidades y las
suyas tratan de sujetarla a la conciencia sin mucho éxito. Siente que la sangre
le hierve dentro de las venas. Quiere
gritar pero no tienen voz. Busca el origen de esta sensación tienen que ser luz diurna.
Es tan doloroso… cae en la cuenta que el mago la ha paralizado,
para que en su frenesí no se lance al suicidio.
A través del dolor solo puede
percibir a Kefren a su lado y al lado de
este a alguien moviéndose. No consigue
ver nada claramente, apenas una sombra... una sombra de luz. Y entonces, siente
la sangre evaporarse de su cuerpo... lentamente está consumiendo su vitae, sin
entender si es ella en su esfuerzo de mantenerse consiente o si ese ser se la está extrayendo para alimentar
su luz, lo único claro para ella es que se está quedando sin vida al mismo
tiempo que el dolor decae… y tan solo ahí, ¡Lo sabía!... como si fuera un
segundo abrazo, antes del último
suspiro, todo se detiene y Kefren le
da a beber un líquido oscuro, la sangre de la que
proviene lo desconoce, solo sabe que no es Vitae Humana, ni vampírica, al igual
que el caldo de las Cloacas, la Vitae es
poderosa, una concentración de miles de cosas, de años, de vidas… que magia tan
oscura y fascinante, está obrando…
Cuando el Dolor se va, abre los
ojos, la recibe un silencio tan grade… le llegan visiones, de… una bóveda
oscura llena de luces estelares y la gran bola de gas incandescente del sol que hace 1300 años,
persigue… tan cerca… - Sonríe plácidamente, grabando en su memoria la visión ,
antes de dejarse caer en la inconciencia.
El sonido de unas risas
cómplices, y murmullos de voces de
simples mortales, la despiertan… Abre los ojos, girando la cabeza en todas
direcciones hasta encontrar el origen de
las voces, son dos humanos, un joven de 20 años y una muchacha igual de joven,
están tumbados en el pasto, arrastrando mutuamente hacia unos matorrales, cerca
al lago, estaba en el Central Park, y la risa de dos amantes madrugadores la
había despertado, al parecer ambos habían huido hacia la privacidad de un
matorral cuando se toparon con ella,
dormida y tendida en la grama en pleno centro del Central Park, rodeada
de la naturaleza verde, el lago y los gansos… tan curiosos siempre, su mente se
sentía extraña, había silencio, la
genuina alegría que experimentaba, la mantenía distraída del silencio de las
voces, por primera vez, solo una voz, resonaba en su mente, más fuerte que las
demás, y le narraba atropelladamente alegre, los hechos innegables que le
sucedían después del encuentro nocturno con el maestro Tremeré Ladrón de Almas.
-Uno: Ancel kun, aun yace dormido a los pies del árbol cercano.
-Dos: Un Ganso extrañamente familiar y confianzudo, está picándole los
pies.
-Tres: Sea lo que sea que haya bebido, ¡Ese tremeré era un barman excelso!-
risa.
-Cuatro: El rojizo Sol, se veía hermoso mientras salía entre las nubes grises del
cielo de New York, y al salir plenamente
y bañar su rostro y cuerpo con su calidez………..
¡Bum!.... ¿Bum?... –risa- No... No hay ningún bum… no hay cenizas…
Al salir el sol, todas las voces,
despertaron, cada una con una alegría histérica…Sumativa….entre ellas se
preguntaban y respondían hipótesis acerca de la noche pasada, otras simplemente
sonreían asombradas, con tímido éxtasis, al igual que la Medea de hace 1300
años atrás, habían extrañado demasiado tiempo el sol… este acontecimiento era
memorable y había que celebrarlo, difundirlo…. Comunicarlo, que la alegría y la
histeria… llegase a todos….
- Oh... si…. A Todos…- Pensó.
Mientras sus otras voces cómplices le surraban sugerencias perversas
- Calma, calma…. Queridas mías….. El tiempo nos ha demostrado que no
eran solo las previsiones lunáticas de una Malkav Suicida… ¡Ha Pasado!...
chicas, traigamos los implementos antes
que se termine la magia…hoy estoy feliz y haremos lo que todas sugieren… siempre quise un bronceado original… -
carcajada-
Con una rapidez casi sobre humana,
hecha a correr hacia su guarida, un
minuto más tarde, retorna caminando calmadamente hasta al costado de Ancel kun,
que serio y ensimismado, está asimilando lo que le ha acontece con el día… de
improviso comienza a reír mientras la observa, tender una manta a su lado y tumbarse bajo el sol, con unos lentes de sol, un bikini y un sombrero.
- Lo lamento Ancel Kun… no pienso ponerme bloqueador solar…- mira
su expresión y se une a la risa- Ancel Kun… antes que te marches…. Tómame una Instantánea…. - le agradece con una sonrisa mientras termina de escribir y guardar en un sobre una
nota y una de las fotos tomadas.
-
Tengo que preservar este recuerdo…. Puedes marcharte, ya… yo misma depositare
esta carta… -risa.

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