jueves, 6 de febrero de 2014

Medea tomando el sol



“El Ladrón de Almas”
MEDEA
Todo sucedió rápido, sin discursos, ni explicaciones, ni amenazas, solo con la determinación de quien lleva a cabo una orden, Kefren se había limitado a asentir  con un leve movimiento de cabeza, luego de la respuesta dada por Ancel y Medea; sin decir nada hecho a andar rumbo al sur, y al centro, cada vez más profundo, conduciendo a los hijos de Malkav a las mismas entrañas de la ciudad, Las cloacas, era sin dudas el mejor lugar para camuflar  el escondite de quien   hacía llamarse el ladrón de almas, ahí donde la escoria de la ciudad se encontraba y se fundía la esencia de toda la ciudad en un sucio caldo. El aire se hacía cada vez, más espeso y repugnante, era un alivio que no se tuviera la necesidad de respirar, otro motivo para  haber escogido semejante escondite,- una de sus voces pensó- solo un no humano podría llegar hasta tan lejos y solo aquel que supiera con certeza donde se escondía, el ser, podría encontrarlo. Hace más de 2 kilómetros que ella había dejado de marcar la ruta con alguna parte de su mente, al dar la última vuelta al oscuro y hediondo pasaje, no pudo contener la carcajada que estaba bailando en su rostro desde que ingresaron a las Cloacas. Frente a ellos  se hallaba un puerta enorme, si el entorno era de cemento y escoria, la puerta era madera, vieja y despedida aun la esencia y las voces de la era que la había dado vida.
Medea, miró de reojo a Ancel Kun, buscando alguna resonancia en su mente, ¿Acaso no estaba tan extasiado como ella?, a duras penas, ella podía  retrasar su paso al ritmo de Kefren  y no dejarse llevar por el impulso, de entrar corriendo al recinto lleno de luz y brillo antiguo. Como una luz que atrae a las polillas-  se burló  riendo en su mente-. Si Kefren era antiguo  y sus dioses eran egipcios, las cosas que decoraban este escondite, no le pertenecían a él, al menos no completamente… esos tejidos esas imágenes y ese simbolismo, eran más antiguos y familiares, probablemente, perdido en algún rincón de su mente, esta, la pieza que uniria todo en una explicación perfectamente racional, una de esas explicaciones que le gustaban tanto.
-          Kefren, Kefren, Kefren….…. Lástima que seas rubio, ¡Tienes un potencial Ario increíble!.-risa
-          ¿Qué te ha atado a esto?, ¿Acaso un antiguo de tu sangriento Clan?, ¿Que  ha podido acontecer en tu pasado?, para que alguien tan fuerte como tú se vea en la necesidad de aceptar un pacto tan turbulento… - Entiendo el Misterio para conmigo y mi hermano, pero ¿Acaso tú también? Oh… esos tremeré con sus pactos sanguíneos… luego de un tiempo es casi casi como volverse loco por ellos…-Le susurra al oído a Kefren mientras caminan.

-          Nosotros en nuestra locura somos más libres que siendo fanáticos… - termina el monologo diriéngole una mirada divertida  acompañada de una sonrisa a Ancel Kun, que marchaba a su lado,  detrás de Kefren siempre.  - Desde que salimos al encuentro del misterio Hermano mío, tu alexitímico rostro solo me da indicios de la batalla emocional que tienes dentro de tu cabeza, ocultar las voces solo hace que te confundas más… créeme tienes que dejarlas ser.
Sin dejar de caminar  Kefren la escucha, entornando los ojos cada cierto tiempo, al llegar justo al centro del recinto, cuando estuvieron los 3 debajo de un tapiz  con diseños elaborados, se detiene, dirigiéndose con voz seria y servil hacia la presencia inminente que allí yace.
- Maestro... - susurra Kefren pero en la sala no hay nadie. -  Maestro, le traigo dos nuevos adeptos - hace una pausa, como si escuchara, y luego continúa -.  De la estirpe Malkavian... - pausa -.  Serán leales.
Aunque Medea, rastrea con ojos vampíricos todo el lugar no encuentra sombra alguna, solo percibe, murmullos y destellos, que la confunden y a la vez la inundan con una emoción parecida a la alegría y el pánico.
Un  grito de Asombro escapa de su boca, instintivamente,  se coloca en posición defensiva cuando la voz le habla dentro de su mente.
-"Bienvenidos, hijos míos, ha llegado la hora del sacrificio".  su intuición le advierte  peligro, demasiado tarde, la magia del ser obra su efecto y se siente desfallecer.
- Oh….  Vaya…. Sujétate Medea… - exclama para sí misma en voz alta
Cae y yace en el suelo, sobre un tapiz bordado que parece contar una historia, no puede  moverse, tan sólo percibe la sombra de Kefren desplazarse,  mirándola en el suelo mientras prepara algo, que al parecer planea  acercárselo  con alguna finalidad.
   - Dolerá - dice el Tremeré - pero el placer será superior a lo conocido.
   - Cuento con ello… - carcajada – Ya puedo sentir la dolorosa alegría… es casi casi…  es como saborear una verdad relativa…-
Jadea con las ultimas fuerzas que le permite su fuerza, luego de ello  el dolor físico, la hace caer en un sopor, extrañamente  tranquilizador, las voces de otros  le susurran miles de posibilidades y las suyas tratan de sujetarla a la conciencia sin mucho éxito. Siente que la sangre le hierve dentro de las venas.  Quiere gritar pero no tienen voz.  Busca  el origen de esta sensación tienen que ser  luz diurna.  Es tan doloroso…   cae en la cuenta que el mago la ha paralizado, para que en su frenesí no se lance al suicidio.
A través del dolor solo puede percibir  a Kefren a su lado y al lado de este a alguien moviéndose.  No consigue ver nada claramente, apenas una sombra... una sombra de luz. Y entonces, siente la sangre evaporarse de su cuerpo... lentamente está consumiendo su vitae, sin entender si es ella en su esfuerzo de mantenerse  consiente o si  ese ser se la está extrayendo para alimentar su luz, lo único claro para ella es que se está quedando sin vida al mismo tiempo que el dolor decae… y tan solo ahí, ¡Lo sabía!... como si fuera un segundo abrazo,  antes del último suspiro, todo se detiene y Kefren  le da  a beber  un líquido oscuro, la sangre de la que proviene lo desconoce, solo sabe que no es Vitae Humana, ni vampírica, al igual que el caldo de las Cloacas,  la Vitae es poderosa, una concentración de miles de cosas, de años, de vidas… que magia tan oscura y fascinante, está obrando…
Cuando el Dolor se va, abre los ojos, la recibe un silencio tan grade… le llegan visiones, de… una bóveda oscura llena de luces estelares y la gran bola de gas  incandescente del sol que hace 1300 años, persigue… tan cerca… - Sonríe plácidamente, grabando en su memoria la visión , antes de dejarse caer en la inconciencia.  
El sonido de unas risas cómplices, y murmullos de voces  de simples mortales, la despiertan… Abre los ojos, girando la cabeza en todas direcciones  hasta encontrar el origen de las voces, son dos humanos, un joven de 20 años y una muchacha igual de joven, están tumbados en el pasto, arrastrando mutuamente hacia unos matorrales, cerca al lago, estaba en el Central Park, y la risa de dos amantes madrugadores la había despertado, al parecer ambos habían huido hacia la privacidad de un matorral cuando se toparon con ella,  dormida y tendida en la grama en pleno centro del Central Park, rodeada de la naturaleza verde, el lago y los gansos… tan curiosos siempre, su mente se sentía extraña, había  silencio, la genuina alegría que experimentaba, la mantenía distraída del silencio de las voces, por primera vez, solo una voz, resonaba en su mente, más fuerte que las demás, y le narraba atropelladamente alegre, los hechos innegables que le sucedían después del encuentro nocturno con el maestro Tremeré Ladrón de Almas.
-Uno: Ancel kun, aun yace dormido a los pies del árbol cercano.
-Dos: Un Ganso extrañamente familiar y confianzudo, está picándole los pies.
-Tres: Sea lo que sea que haya bebido, ¡Ese tremeré era un barman excelso!- risa.
-Cuatro: El rojizo Sol, se veía hermoso  mientras salía entre las nubes grises del cielo de New York, y  al salir plenamente y bañar su rostro y cuerpo con su  calidez……….. ¡Bum!.... ¿Bum?... –risa- No... No hay ningún bum… no hay cenizas…
Al salir el sol, todas las voces, despertaron, cada una con una alegría histérica…Sumativa….entre ellas se preguntaban y respondían hipótesis acerca de la noche pasada, otras simplemente sonreían asombradas, con tímido éxtasis, al igual que la Medea de hace 1300 años atrás, habían extrañado demasiado tiempo el sol… este acontecimiento era memorable y había que celebrarlo, difundirlo…. Comunicarlo, que la alegría y la histeria… llegase a todos….
- Oh... si…. A Todos…- Pensó. Mientras sus otras voces cómplices le surraban sugerencias perversas
- Calma, calma…. Queridas mías….. El tiempo nos ha demostrado que no eran solo las previsiones lunáticas de una Malkav Suicida… ¡Ha Pasado!... chicas, traigamos los implementos  antes que se termine la magia…hoy estoy feliz y haremos lo que todas sugieren…  siempre quise un bronceado original… - carcajada-
Con una rapidez casi sobre humana, hecha a correr hacia su guarida,  un minuto más tarde, retorna caminando calmadamente hasta al costado de Ancel kun, que serio y ensimismado, está asimilando lo que le ha acontece con el día… de improviso comienza a reír mientras la observa, tender una  manta a su lado y tumbarse  bajo el sol, con  unos lentes de sol, un bikini y un sombrero.
- Lo lamento Ancel Kun… no pienso ponerme bloqueador solar…- mira su expresión y se une a la risa- Ancel Kun… antes que te marches…. Tómame una Instantánea…. - le  agradece con una  sonrisa mientras  termina de escribir y guardar en un sobre una nota y  una de  las fotos tomadas. 
- Tengo que preservar este recuerdo…. Puedes marcharte, ya… yo misma depositare esta carta… -risa.



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