sábado, 1 de marzo de 2014

El Encuentro de tres mundos.

El ladron de Almas
Noche 02
MEDEA



Habían burlado  cándidamente, su seguridad, más tarde ese desliz de su guardaespaldas, le proporcionaría horas y días de diversión con Eugene… pero ahora era tiempo de bajar y evitar que destroce a Jadore, si “rompía el velo”, en su teatro, sería mala publicidad, aunque bien sabia ella que no existe publicidad mala – ríe al llegar donde estaban ambos hombres, mirándose con rencor, les restó importancia a ambos e hizo subir al colmillos de plata a su habitación, dejando a su consternado camarada, en la entrada del teatro.

-         - Tranquilo, el olor que tiene, es mío, te doy mi palabra que no le hice nada que le disgustara. Cuando llegue Jenofonte, avísame primero.

-         - Me dijiste que te buscara cuando estés despierta, y aun no amanece, por eso estoy acá, tengo preguntas en mi mente, y tú puede que tengas las respuestas.

Lo condujo hasta sus aposentos, y tomo asiento, recostándose a lo largo del diván frente a la cama, donde la noche pasada lo había tendido – Jadore fugazmente miro la cama y las 4 argollas del piso con las cadenas- ¿Son de plata?- le espeto.

-   -     La más pura y santificada que puedas encontrar… te sentirás más cómodo en la cama... si gustas te ato… y dejamos que sucedan las cosas…. puede que hasta lo disfrutes… - ríe-
-      -    Busco a un tal Audy Schneider, es uno de los tuyos, necesito  destruirlo y averiguar algunas cosas  del pasado. Que me puedes decir de eso.
-       -   Jadore… no es mío…. Es de otro…. Lamentablemente   lo que tengan que arreglar Uds., háganlo, yo prometo no interferir.
-    -      Tú hueles diferente,- la señala rondándola-  no te percibo como amenaza, ¿eres realmente una hija del Wyrm?
-         - Cálmate, no es que me ames… ni mucho menos… tan solo me debes tu vida, por ese motivo, los de tu tribu, por honor, toleran algunas cosas.  Tengo experiencia en esas situaciones… ya te lo van a contar…. Somos hijos del Wyrm y tú de Gaia… yo no tengo nada en contra de Gaia… no sé porque Uds... son rabiosos… Incluso tu un Guerrero Colmillo Plateado, hijo de Gaia, tienes al Wyrm dentro de ti, una maldición…. nosotros los vampiros fuimos hijos de Adán  y estamos corruptos pro el Wyrm también… 

Jadore se marchaba con más seriedad que con enojo en el rostro, al perderse por las puertas de la habitación, dejo entrar a la sombra mensajera de Eugene, un hermoso cuervo negro, el cual  me informa que mi esperado visitante ha llegado con una  amiga de regalo, sonrío al sentir la presencia de la antigua  Garou -  Dile a tu dueño que me complace la visita, que ambos son bien recibidos y que no se atreva a olerle la cola a Alankar-  el cuervo sale volando convirtiéndose en una sombra veloz que va a posarse y grabarse en el brazo de Eugene, volviendo a su forma utilitaria de un tatuaje inofensivo. Al recibir el mensaje, Eugene tuerce en entrecejo, abriendo las puertas  para que Jenofonte y la mujer crucen el umbral. Señalándoles las escaleras  hacia el último piso – es por ahí, no les acompaño, porque tengo pendientes, no hay ascensor – calla- Uds. no lo necesitan además.- En el instante que Jenofonte termina de cruzar palabras con jadore,  un impacto sordo los hace voltear, solo para encontrare con Medea, que se había lanzado desde la Torre en picada, cayendo al lado de Eugene, riéndose al ver su rostro asustado y la sorpresa en los recién llegados   

- Cálmate Jadore, no te van a morder, Eugene se un buen chico…. lo lamento… intente contenerme… pero demoraban tanto que vine a llevarlos al salón principal… mi habitación no tiene tanta capacidad para la reunión que tendremos. Por aquí por favor – señala  la puerta de roble grande que  Eugene se apresura a abrir para que ellos pasen, sin dejar de mirar a Alankar y Jadore con descortés  fijación.

-      -    Medea, una Malkavian antigua como tú, debe saber que los Garou no son juguetes, de ninguna clase – Alankar  voltea y mira a Jadore y Eugene, que están enfrascados en un duelo de miradas- Es fascinante ver uno de tan cerca.
-       -   Querida Alankar, toma asiento  junto a los otros, Eugene ira a cuidar que nadie nos interrumpa- El hombre asiente y sale cerrando tras de sí las puertas- 

Jenofonte es el primero en ponerse de pie 

-          Hoy todos nos hemos vistos obligados a tomar un lado – mira a Jadore- Hombre lobo escucha primero luego haremos las explicaciones necesarias. Traje a Alankar conmigo porque  no tiene interés en mantener lazos con quienes tratan diferente a los suyos solo guiados por apariencias externas, todos somos hijos de Caín, todos compartimos la misma marca y maldición, dime que bando has optado tomar tú, Medea Bizanti, Hija de Malkav.

Medea le sonríe, tomando asiento al lado de Jadore.

-          Jenofonte, aun ¿No te has dado cuenta verdad?, no sientes las cadenas que sigilosas se ciernen sobre nuestras venas, no avizoras siquiera, lo que tenemos dentro nuestro, algunos por ambición, otros por curiosidad, Jenofonte Alankar… yo tengo que estar de parte del llamado Ladrón de Almas, hasta que se purguen todas las culpas que dentro de mi circulan. ¿Te complace mi respuesta?

Alankar visiblemente ofuscada se pone pie, colocándose al lado de Jenofonte, lanza una mirada furia a Medea  antes de responder.

-          Yo no tengo nada  que hacer en esta guerra entre  Julio y ese supuesto Caín, no me interesa en lo más mínimo su  oferta de caminar sobre la luz del día, no me sirve como ves, estaré de lado vuestro por que no deseo estar del lado de Julio Cesar y su corte, en cuanto pueda haré mi voluntad, y lo que mande mi instinto ¡Alankar del Clan Gragel no se someterá a cadena alguna, ni bajara nunca más la cabeza ante los ojos inquisidores de nadie!.

Jadore, escuchaba todo, jamás había estado  rodeado de tantos Hijos del Wyrm, se sentía excitado, tanta adrenalina preparando su cuerpo para la acción, nadie en su manada, antes había, presenciado una reunión de vampiros y ha salido ileso, se miró  las manos, notando que sudaba profundamente, el esfuerzo por controlar su ira, era grande, ya conocía a Jenofonte, el pacto que se hiciera anteriormente había terminado en una forma peligrosa, Larissa, le había dicho que no había maldad perfecta así como bien perfecto, ni siquiera ellos, los Guerreros de Gaia, eran puros, quizás dentro de los hijos del Wyrm, podría encontrar excepciones útiles para los propósitos de él, - negó con la cabeza-  la manada esta primero. – Miró a Medea, quien le devolvía la mirada con un guiño de ojo, haciéndole entender que su mente era un libro abierto – No se sorprendió cuando lo abrazo, dándole un beso en cada mejilla antes de hacer lo mismo con Alankar y Jenofonte.


-       -   Alankar quien mucho se preocupa por la discriminación de la que es objeto, es porque ella misma no se acepta…. Tienes que admitir que eres diferente… has pagado con tu apariencia física, el precio de tu clan y el precio de tus grandioso poderes…. Al igual que Jenofonte, al igual que yo, y nuestro querido Garou Jadore, aquí estamos juntos por convicciones propias, por deseos profundos, por pasiones loables o viscerales... pero pasiones al final. No seremos amigos del alma, seremos Aliados…porque todos tenemos un indeseable  en común.- ríe- mirando a Jadore. Por razones de seguridad no se dirá en voz alta el nombre  shhh… solo tratemos de conseguir nuestros objetivos sin matarnos en el camino.

Finalmente Jadore sin poder controlarse más, habla en voz alta mientras se dirige a la salida,  había llegado a su límite, debía marcharse pronto, sino no podría, contenerse más.

-          ¡Los Garou, somos Guerreros de Gaia!, no nos involucramos con el Wyrm ¡Lo combatimos!, si percibo una treta en esto, no solo yo los despedazare, sino conmigo  toda la manada, me asegurare que cada uno obtenga un trozo de vuestras carnes como recompensa.- Mira a Medea mientras habla-  Ella Ríe  encogiéndose de hombros mirándolo tiernamente.

-          Solo… si me atrapas… - ríe a carcajadas - Jadore, nosotros somos murciélagos.. no gatos… oh cariño, nadie te ha pedido que nos ames, solo que juntemos nuestros caminos  mientras sea por el bien mayor…. Cuando regreses a casa, salúdame a Larissa, esa vieja loca adicta al hachís… es una antigua, conocida mía. Quizás esté interesada en recibir un trozo de mi carne… aunque ya no tenga los dientes para tomarla, dile…. –ríe guiñándole el ojo- que algún día tendrá que devolverme esa pipa….

Jadore sale del cuarto, sin decirle más, perdiéndose en el alba, cuando la puerta fue cerrada otra vez por Eugene, Medea, voltea a ver Jenofonte y Alankar parados en medio del salón uno al lado  del otro, sonriéndoles  camina  a través de ellos, señalando divertida a las cortinas que cubren el escenario del cuarto. Lentamente levanta el telón, aumentando el volumen de su risa, mientras queda al descubierto sentado en un sillón  estilo Luis XVI, a un rubio y sonriente, Ancel, que divertido los mira haciendo una reverencia.
-       Queridos, las voces dulces de mi hermana, me prometieron diversión, soy voyerista…. Pero ay eh salido de detrás del telón. Mirémonos los rostros, y no olvidemos quienes estamos acá, pronto  alguno de los amos, llamara, y veremos cual látigo duele más.- ríe mirando a Medea que le acaricia el cabello suavemente.- ¿Lo dije bien hermana?
-          - No podría sentirme más orgullosa de ti…. Les presento a mi hermano Malkav… Ancel kun…. Es un poco tímido, tenía pánico escénico… pero ya lo ha de superar… 



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