02 Noche
Tanairy Dankworth
Ending: Jaeg Geuk -sin decir una
palabra-
Entraba de golpe a su habitación mientras
cerraba la puerta a su paso. Se recargaba en ella mientras poco a poco se
deslizaba hasta quedar sentado mirando hacia la ventana. La luna brillaba como nunca. Se sentía un
imbécil, todo lo que había aprendido, todo lo que le habían enseñado parecía
que, jamás existió. Recargaba sus brazos en sus rodillas mientras su cabeza caía
pesadamente sobre sus brazos.
-
¿En quien confiar? Se
supone que, aquí nos reuniríamos varios cazadores y hasta hoy… ¿en quien
confiar? ¿en ti Kirk? Me has dejado solo… solo… ¿confiar en otros cazadores?
¿Cómo en aquella mujer?
Tanairy se dejaba llevar por sus recuerdos. Aún
se encontraban en Londres cuando Kirk había recibido un mensaje.
-
Vinieron a dejarte
esto… -Tanairy se lo entregaba- ¿es de ella?
-
¿De quién? –tomaba el
sobre mientras lo abría-
-
De… de ella… de Nicole…
-
Kristal… debes de
decirle Kristal… -sus ojos se tornaban melancólicos- y no… no es de ella… nos convocan
a una reunión… de cazadores, será tu primera reunión… -le entrega el sobre- es
bueno que te relaciones con personas que, tienen la misma misión que tu…
-
¿Crees que es tiempo?
-
¿De que? de hecho es lo
que menos tienes… tiempo… -le miraba- tiempo… yo no siempre estaré contigo…
-
Es por Nicole ¿verdad?
¿Cuándo la conoceré? Siempre hablas de ella y solamente pude ver entre sombras…
-
Ya te he dicho que… se
llama Kristal… prepárate es esta noche… nos vemos en dos horas -salía de la
casa-
-
¿Por qué nunca quieres
hablar de ella? ¿Por qué no confías en mí? –suspiraba melancólicamente-
Ambos jóvenes caminaban por las calles hasta
que llegaron a uno de los barrios de Londres: el Ealing,
considerado la reina de los barrios suburbanos. Kirk miraba la casona donde indicaba
la dirección.
-
Es aquí…
Entraban mientras el ambiente se sentía
tenso. Un hombre los recibía y el entregaba el sobre.
-
Jeune J’Peur… es un honor –un anciano hacia una
reverencia-
-
Tanto tiempo Jean Paul… me da gusto verte…
-
Y a mi también joven…
siempre es reconfortante verlo…
-
Lo mismo pienso… a
pesar de que tu ya deberías de descansar…
-
Siempre que pueda
serles útil… seguiré ayudándolos…
-
Te presento a un nuevo
cazador él es Tanairy Dankworth…
-
Muchos
gusto… -apretaba con firmeza la mano del anciano-
-
El gusto
es mio, si usted caballero es alumno del joven J´Peur no pudo encontrar mejor
maestro…
-
Si, no
pude tener mejor suerte en mi destino…
-
¿Dónde se
encuentran?
-
Al final…
del pasillo en el salón principal aún no llega la mayoría…
-
Llegaran…
sin duda…
Tanairy miraba a su alrededor, no perdía
detalle del lugar donde se encontraban, sentía que no encajaba del todo pero
estar al lado de Kirk lo hacía sentir seguro. Llegaban al salón que se
encontraba vacío a excepción de una joven con aspecto dulce y de largos
cabellos negros. Kirk se frenaba de repente mientras la miraba.
-
Tu…
-
¿Cómo has
estado Kirk? –la joven se giraba mientras sonreía dulcemente- ha pasado tiempo…
-
¿Cómo es
posible? ¿Tayri?
-
Te he
extrañado –se encogía de hombros mientras seguía sonriendo-
-
Tanairy…
vete de aquí… -lo miraba de reojo-
-
P…pero…
-
Vete…
-
Es
demasiado tarde… -la joven se levantaba- ¿sabes? Mis ángeles han conversado
conmigo… y me han dicho que tu eres un impuro… un hijo de Caín… hecho del
pecado… -su miraba cambiaba a ser fría-
-
Deja
que se vaya… él no es como yo…
-
¿Crees que lo haría?
Déjame consultar con mis ángeles… ¿Qué dices tu Cassiel? No…. el acaba de susurrarme
que deben de morir… ¿tu Metraton? Bien entiendo… ¿tu Azrael? ¿y tu Leiael? Todos coinciden en que… esta noche la
sangre de los pecadores deberá de caer aquí mismo… sobre todo la tuya Kirk… que
eres… peor que ellos… un hijo de la noche ¿en el día?
-
¿Qué me
dices de ti? Tu y yo nos conocemos hace ya mucho tiempo… y sigues igual… desde
aquel incidente con tu compañera Kerena en el cual todo el mundo comento su
“extraña muerte” desapareciste… nadie supo más de ti y ahora te presentas
después de más de 65 años…
-
¿Cómo?
–Tanairy miraba sorprendido a la joven que no pasaba de más de 18 años-
-
Si te
preguntas si yo soy un engendro como tu no… yo no soy un hijo de la noche… mis ángeles
me han dado esta inmortalidad…
-
Tú no
puedes ser producto de Dios…
-
He acabado
con la mayoría de tus “compañeros” esos cazadores también ya se habían vuelto más
que pecadores… ¿Quiénes son ellos para juzgar? Solamente Dios… Dios que habla a
través de mis ángeles… ellos me han pedido que te presentes ante este juicio…
el juicio de Dios…
-
Estas
loca… vete Tanairy y llévate contigo a Jean Paul él es un buen hombre… -lo
decía en voz baja- y no mires hacia atrás…
-
¡Deja
de susurrar idiota! –lo apuntaba con un báculo- que lo que digas lo se… porque
ahora Cassiel está justo detrás de ti y si estas preocupado por el anciano deja
de hacerlo… Azrael ya se ha encargado de el… te lo dije: cualquiera que sea
aliado tuyo es enemigo de Dios, y por ende de mis ángeles así que terminemos lo
que vine hacer –se arrojaba hacia el mientras apenas esquivaba el golpe del báculo
de Tayri que rompía parte del suelo-
-
Que
rápida es… -pensaba Kirk mientras la miraba- no es normal… tanta fuerza y tanta
velocidad-
-
Ellos…
me dicen exactamente como te vas a mover… ¿sabes? No le puedes ganar a los ángeles
de Dios ni tu ni ese idiota de tu pupilo… permíteme reír si esta petrificado…
¿Qué harás? Son dos contra cinco…
-
¿Cinco?
–Tanairy miraba a la joven- solo eres tu…
-
¡Idiota!
–juntaba sus manos- Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y
haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero
de su lugar, si no te hubieres arrepentido… pero tienes esto, que aborreces las
obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco… -sonreía
maliciosamente-
-
¡Muévete
Dankworth! –escuchaba gritar a su
maestro pero ya era demasiado tarde-
Tayri jalaba ambos extremos de su báculo
convirtiéndolo en un látigo con dos poderosas afiladas puntas que golpeaba en
el rostro a Tanairy estrellándolo contra el suelo. Kirk corría hacia el pero
una energía lo golpeaba violentamente en el cuerpo arrojándolo contra la pared.
-
Esto no
es un ángel… -se limpiaba la sangre de los labios- esta energía es conocida…
-
Primero
voy a terminar con este idiota… ¿este es tu pupilo? Que desperdicio… -Tayri
sonreía mientras arrojaba la afilada punta de su látigo justo al corazón de Dankworth-
el que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias… al que
venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del
paraíso de Dios…
Tanairy sentía como el cuerpo de Kirk caía
encima de el mientras su traje se humedecía por la sangre de su joven maestro.
-
Idiota…
-Tayri sonreía- mira que arriesgar tu vida para salvar la de ese inútil humano
–reía- y no solo yo me rio... has decepcionado a mis ángeles tu… el cazador
“inmortal”
Kirk se levantaba mientras Tayri sostenía el
látigo al otro extremo, la punta de este había traspasado el pecho del joven
rubio y ella sonreía complacida.
-
Estuve a
punto de traspasar tu corazón… falle por centímetros pero esta vez… no te
dejare vivo… ¿sabes? Detrás de ti esta el más grande arcángel: “Metraton” el
sostiene la punta de mi látigo que traspaso tu pecho y yo el otro extremo… no
tienes salida…
-
Siento
una energía detrás de mí –miraba de reojo- no puedo moverme… ¿será cierto lo
que dice? No… no puede ser un ángel… es alguien más… algo perverso… -caía de
rodillas- que no me deja respirar…
-
Esta
vez traspasare tu corazón… -Tayri movía el otro extremo del látigo en círculos-
-
No…
-Tanairy se colocaba entre ella y Kirk-
-
Vete…
-le susurraba Kirk- vete ahora…
-
No…
no me iré… -la miraba con frialdad- no se cuál sea el Dios del que tú hablas…
no se a que ángeles te refieres… Dios es amor y lo único que tú inspiras es
odio…
-
Y tu
lastima… no eres más que un estorbo mírate… sin ti el no estuviera a punto de
morir… me has sido de mucha utilidad…
¿Qué? ¿de que hablas Cassiel? –Tayri miraba a su alrededor- ¿Qué sucede?
-
No debí
haberte visto… -pensaba Tanairy- debí haberte ignorado… como algo que no podía
ver, debí escapar… como algo que no podía ver… no debí escuchar..
-
Al
amor… -Tayri se cubría los oídos- sin decir una palabra me dejas conocer el
amor… ¡que estás diciendo Azrael!
-
Porque
duele… porque sigue doliendo –Tanairy pensaba mientras Tayri lo decía- aparte
de saber que ya no te veré… que ya no estarás aquí… ¡que me están diciendo!
–miraba con odio a aquel hombre- ¡Que les has hecho a mis ángeles! De repente
han dejado de hablarme… ¡donde están! –miraba a su alrededor- tu… has hecho que
se callen… ¡has callado la voz de Dios!
El sonido de la puerta abrirse hacia que
mirara y ante ella dos elegantes mujeres aparecían en el salón.
-
Así
que no era un rumor… - Rose
Whirlwind miraba fríamente a la joven- la loca cazadora “de los ángeles”
–sacaba su espada y de un movimiento cortaba el látigo de Tayri-
-
¿Quiénes
son? –Tanairy dirigía su mirada a la otra joven que rápidamente sostenía el
cuerpo de Kirk en sus brazos-
-
Aliados
–Eloise miraba preocupada al joven cazador- apóyate en mi debemos irnos… no
tardaran en venir… quieren tu cabeza lo sabes…
-
Mis ángeles…
-sus ojos se llenaban de lágrimas- de repente se han ido… el ha hecho eso…
-miraba con odio a Tanairy mientras corría hacia la salida-
-
¡No
te iras! –Rose la seguía mientras ambas se perdían en la noche-
-
Vamos
ayúdame… -Eloise miraba a Tanairy-
-
¿Cómo
se que son aliados?
-
Entre
más dudes más perderá sangre y es lo que necesita beber…
-
¿Beber?
–la miraba extrañado-
-
Debemos
irnos… si no lo hacemos corremos peligro los tres…
-
No debí
haberte visto… -pensaba Tanairy mientras miraba la luna por la ventana- debí
haberte ignorado… como algo que no podía ver… debí escapar como algo que no
podía oír, no debí escuchar al amor… sin
una palabra me hiciste conocer el amor, me hiciste respirar tus suspiros y
luego te fuiste... -el sonido de que alguien tocaba a su puerta hacia que se
levantara rápidamente mientras al mismo tiempo se abría-
-
Ha
llegado el día… -Kirk se encontraba en el umbral de la habitación- del cual te
he hablado… -sonreía levemente- te dije que nos reuniríamos aquí… y soy hombre
que cumple promesas…
-
Sin
una palabra me hiciste conocer el amor –pensaba mientras sonreía- me hiciste
respirar tus suspiros y luego te fuiste, sin saber que decir mis labios se
sorprendieron porque llegaste sin una palabra…




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