viernes, 21 de marzo de 2014

Eugene



La puerta se ha abrió con fuerza, dejando entrar la brisa nocturna y la tenue luz del exterior, y luego  a un hombre, atlético pero fornido, vestido de impecable sastre, las manos cubiertas por guantes de cuero negro, quien avanzo lentamente hasta colocarse al centro de la sala, barriendo con la mirada toda la habitación, dentro de ella, solo se podían ver dos sombras  pero habían muchos más, ocultos en las sombras y otros planos. La mujer vieja y el joven rubio por un instante se sobresaltaron, fue Larissa quien toco el brazo del joven cazador deteniéndolo y con ademan más de su mano, le indico que se marchara.
-          Son asuntos de la manada Kirk, conversemos  luego. Dile a los muchachos que todo está bien.
-           Solo tienes que llamarme si necesitas que me haga cargo de algún problema.- dice antes de desaparecer tras la mujer-
Larisa asiente sonriendo, dejando marchar a Kirk, mientras le hace señas con la mano  a Eugene  para que se acerque más hacia donde estaba.
-          Acércate un poco más, hijo, esta loba está un poco vieja, quiero verte y olerte mejor. – ríe  viéndolo caminar sereno hacia ella- ¿Cómo termino alguien tan serio con una demente  como Medea?
Eugene, camino y se detuvo, frente a la vieja, por unos minutos, se dedicó a observarla y analizar sus palabras, su exterior estoico era su mejor arma ante la revolución instintiva y visceral al que estaba sometido con su ama, pero ahora frente a la anciana loba, uno como el, la sensación  no lo abandonaba, al inicio pensó que se debía a los rezagos de adrenalina que tenía, luego de tener que abrirse paso reduciendo a casi anda a la guardia Garou, que lo descubrió mientras  se infiltraba  hasta la audiencia con la jefa de los Garou de la ciudad, pero luego viéndola bien y escuchándola hablar, dejo escapar una risa agria, que logro que Larisa se pusiera seria.
-          Soy Eugene  Shomi, un miembro de la tribu Contempla estrellas, actualmente Ronin.- se presenta, hincando la rodilla  frente a Larissa, manteniendo la cabeza erguida y sosteniendo su mirada- Va  disculpar, mis modales, sus  hermanos Garou que la resguardan, son buenos, me descubrieron cerca a ud, estarán sanos dentro de un par de noches, no he infringido nada mortal a ninguno de ellos. – se levanta, ordenando su cabello y  ropa-  Necesito información  y creí que sería bueno, presentarme primero. Ella tuvo razón, no  le sorprende mi presencia aquí. Conocí, a su alpha, ¿Jador? Es su nombre me parece, un muchacho joven, impulsivo, colmillos de plata al fin.
-          Bienvenido, Eugene, haz realizado una entrada peligrosa y poco protocolar, para un Philodox como tú, si tú has decidido estar al lado de un hijo del Wyrm, debe de haber poderosas razones, eso justifica tu  premura, dime que información requieres, y te diré  si puedes obtener respuesta y cuál es el costo  a cambio de ella.  Tú sabes muchacho, el Karma, el balance, el orden, hay que mantenerlo, ¿Haz revisado tus letanías últimamente?, tu esencia es buena, es fuerte, muy útil, Habla Eugene.
-          Mi ama se ha marchado, sin decir a donde, es un hecho por sus acciones más que por sus palabras, - tose- ha dejado un testamento -  que su vida está en riesgo – calla y mira a Larissa- Brindándome una oportunidad perfecta para salda mi  deuda de honor y ser libre-  he sentido el olor de los Garou y de los Vampiros por igual, en las noches, de la ciudad, para ella un Garou o dos, no representan peligro, pero, para los vampiros estén comulgando con los Garou, vieja loba, es porque el Wyrm es muy fuerte y está contaminando incluso a las entrañas de los Garou, como lo analizo Larissa, ni tu ni yo, hemos estado revisando las letanías últimamente- sonríe bajando la cabeza- Necesito saber, el nombre y la ubicación de la criatura que puede acabar con la existencia de mi ama.
-          Te ha enseñado bien, esa Loca – sonríe, rascándose la barbilla, dando una bocanada a su pipa – Nos haría bien contar contigo  dentro de nuestra manada. La información que puedo darte,  podría si vas solo, causar el fin de tu existencia, las deudas de honor se solucionan de uno a uno, lamentablemente, el paradero de Medea, solo ella lo sabe, existe un vampiro, cuyo nombre es Kefren, tiene a muchos de su lado y sirve a un Wyrm mayor denominado Ladrón de Almas, no sabemos cuál es su origen ni su fin, cualquiera, podría ser el objetivo de ella, - tose, aspirando con fuerza su pipa, arroja el humo hacia Eugene - Tu que la conoces como yo… a que objetivo crees que ha apuntado esa suicida megalómana y loca ¿Eh?.
-          Entiendo, gracias por tu tiempo Larissa- hace una reverencia, callando súbitamente, al percibir el olor poco antes que atraviesen las puertas,  Jenofonte, el hombre que creía muerto y que  por lo visto Medea rescato de nuevo, y Jador – Los tiempos cambian, señora, tus visitas son tan extrañas como las de mi ama. Sin faltar el respeto te diré que estas tan loca como ella.
-          Ellos estaban invitados y tú no, muchacho, lo que ellos hayan oído  no saldrá de estas paredes, acerca del precio por la información, Eugene… Es la invitación forzada de que dejes de ser un Ronin- hace una ademan a los visitantes a que ingresen- Les presento a Eugene Shomi, pero creo que ya se conocían de antes, él se va pero nuestra reunión recién empieza.
-          Medea me dio un último mensaje para ud, cuando me propusiera algo parecido…. – sonríe señalando su pipa y el humo que la rodea, Larissa se carcajea mirándolo  interrogándolo curiosa- La decisión es mía,  solo después que le entregue su pipa….- se da la vuelta caminando hacia la salida dando la espalda a todos-  Con su reserva completa de “Tabaco místico”, para olvidar mi ausencia.  En 1 noche más vendré a  negociar mi respuesta.
-          Mmmmm, tendré una noche para pensar si vale el costo, hijo, hasta entonces, que Gaia te siga guiando.


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