viernes, 21 de febrero de 2014

02 Noche
Tanairy Dankworth
Ending:  Jose Jose – almohada-

   El olor a formol hacía que abriera los ojos de repente. Se levantaba con violencia mientras miraba a su alrededor. Se tocaba la garganta y tenía una venda alrededor del cuello. No sabía cuánto tiempo había pasado, seguramente no era mucho ya que, aun sentía que las gasas estaban húmedas por la sangre que había perdido. Y esa mujer y su loca risa aun en su cabeza.
-          Que fue lo que le paso –un doctor ya de edad madura entraba a la habitación- ¿con que se hizo esa herida?
-          Yo…
-          ¿Fue acaso ese asesino que sale en los periódicos –apuntaba algo en una bitácora- como sea la policía lo está esperando… necesita hablar con usted… ¿Cómo se llama?
-          ¿Eh?
-          No tenía nada de sus pertenencias con usted… ¿o fue un simple robo?
-          Yo… -recordaba la risa desquiciada de Medea y cubría sus oídos- aun la escucho…
-          Como quiera que sea, la policía necesita interrogarlo… -el doctor salía y dos hombres vestidos de traje entraban a la par de su salida-
-          ¿Nos puede decir su nombre?
-          Dankworth… Tanairy…
-          Por su acento veo que no es de aquí…
-          Ingles…
-          ¿Y como se hizo esa herida?
-          No lo recuerdo… bien… solo iba caminando y sentí que algo se me abalanzo…
-          ¿Está seguro?
-          Si… no llevo nada encima…
-          ¿Cree que haya sido  un robo?
-          No estoy seguro…
-          Creemos que fue un ataque del conocido “ladrón de almas” vera no hay ninguna víctima que haya sobrevivido a sus ataques… eres el primero…
-          Si es que fue el…
-          Puede ser un imitador –interrumpía el otro hombre- y eso creemos… no parece un ataque de el…
-          ¿Es todo? –los miraba intranquilo- necesito salir… necesito ya irme…
-          Déjenos su domicilio por cualquier cosa…
-          Si –les escribía en hotel donde se estaba quedando- en cuanto encuentre donde estar más estable con gusto…
-          Le agradecemos… -los dos hombres salían de la habitación y de nuevo entraba el doctor-
-          ¿Ya me puedo ir?
-          Si… no le veo problema, la herida no fue “profunda” o lo quisieron matar… tiene suerte…
-          Como sea debo de irme…
-          En segundos le traen su pase… tenga más cuidado…
   No pasaron más de cinco minutos cuando se encontraba de nuevo en las calles, la luna aun iluminaba la ciudad.

-          ¿Cuánto más es de esperar? Quedaste en que aquí nos volveríamos a ver… y de nuevo me siento solo… –caminaba rumbo a su hotel- cazador… cazado… cuanta verdad tiene esta mujer en sus palabras… -entraba al edificio y caminaba a su habitación-

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