02 Noche
Tanairy Dankworth
Ending: Jose Jose – almohada-
El olor a formol hacía que abriera los ojos
de repente. Se levantaba con violencia mientras miraba a su alrededor. Se
tocaba la garganta y tenía una venda alrededor del cuello. No sabía cuánto
tiempo había pasado, seguramente no era mucho ya que, aun sentía que las gasas
estaban húmedas por la sangre que había perdido. Y esa mujer y su loca risa aun
en su cabeza.
-
Que fue lo que le paso –un
doctor ya de edad madura entraba a la habitación- ¿con que se hizo esa herida?
-
Yo…
-
¿Fue acaso ese asesino
que sale en los periódicos –apuntaba algo en una bitácora- como sea la policía lo
está esperando… necesita hablar con usted… ¿Cómo se llama?
-
¿Eh?
-
No tenía nada de sus
pertenencias con usted… ¿o fue un simple robo?
-
Yo… -recordaba la risa
desquiciada de Medea y cubría sus oídos- aun la escucho…
-
Como quiera que sea, la
policía necesita interrogarlo… -el doctor salía y dos hombres vestidos de traje
entraban a la par de su salida-
-
¿Nos puede decir su
nombre?
-
Dankworth… Tanairy…
-
Por su acento veo que
no es de aquí…
-
Ingles…
-
¿Y como se hizo esa
herida?
-
No lo recuerdo… bien…
solo iba caminando y sentí que algo se me abalanzo…
-
¿Está seguro?
-
Si… no llevo nada
encima…
-
¿Cree que haya
sido un robo?
-
No estoy seguro…
-
Creemos que fue un ataque
del conocido “ladrón de almas” vera no hay ninguna víctima que haya sobrevivido
a sus ataques… eres el primero…
-
Si es que fue el…
-
Puede ser un imitador –interrumpía
el otro hombre- y eso creemos… no parece un ataque de el…
-
¿Es todo? –los miraba
intranquilo- necesito salir… necesito ya irme…
-
Déjenos su domicilio
por cualquier cosa…
-
Si –les escribía en
hotel donde se estaba quedando- en cuanto encuentre donde estar más estable con
gusto…
-
Le agradecemos… -los
dos hombres salían de la habitación y de nuevo entraba el doctor-
-
¿Ya me puedo ir?
-
Si… no le veo problema,
la herida no fue “profunda” o lo quisieron matar… tiene suerte…
-
Como sea debo de irme…
-
En segundos le traen su
pase… tenga más cuidado…
No pasaron más de cinco minutos cuando se
encontraba de nuevo en las calles, la luna aun iluminaba la ciudad.
-
¿Cuánto más es de
esperar? Quedaste en que aquí nos volveríamos a ver… y de nuevo me siento solo…
–caminaba rumbo a su hotel- cazador… cazado… cuanta verdad tiene esta mujer en
sus palabras… -entraba al edificio y caminaba a su habitación-

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