Jador caminaba intranquilo por las calles. Sin duda su
encuentro con el terrible vampiro había sido obra de lo más cruel y terrible.
Su espíritu se sentía abatido. Solamente las palabras y el buen corazón de la
anciana Larissa y del caminante le
habían calmado el corazón. Se cubría con su gabardina del helado viento.
¿Qué más había que decir? ¿Qué más había que hacer? Ya sus
recuerdos habían sido restaurados y tenía un nombre en su mente “Audy
Schereiker”. Aquella mujer de cabellos y ojos violeta le había salvado aquella
vez, pero sin duda tenía que averiguar si su rencor era infundado o simplemente
no era digno de la manada.
“La maldad no es perfecta… ni la bondad”- recordaba las
palabras de la anciana mientras en su mente no podía menos que recordar a esa
mujer del teatro… es cierto ella debía darle las respuestas. ¿Lo podría llevar
ante el vampiro de luz? Aquel ser que resplandecía y había hablado con su padre
¿será posible?
¡Vengan! ¡damas y caballeros! Vengan al show más
extraordinario, no podrán creer lo que sus ojos contemplarán- decía un
ringleader con gracia y simpatía- tendrán azúcar y sal ¡Contemplad a la hermosa
actriz! ¡venid, venid ya y enamoráis del encanto de su gracia y violín!
¿Sería ella?- pensaba Jador- ¿podría platicarle?
-
Deseo verla
-
¿Comprarás la entrada?
-
Me refiero a hablar con ella
-
¿Jenofonte?- decía otro hombre en la entrada
mientras lo contemplaba extrañado- puedo sentir algo raro en tu presencia
-
¿Te ha informado que venía?- Jador escuchaba el
nombre mientras lo miraba ¿no era Jenofonte aquel Vurdalak que había pactado
con el cazador?-
-
Puedo percibir… su olor en ti- Eugene olfateaba
al extraño y percibía el aroma de Medea en él- ven… sígueme
Jador seguía al fuerte Eugene. Sin duda la mujer simplemente
estaba bien protegida, no sería fácil de un ataque de la manada.
-
Mi pobre e ingenuo Eugene- Medea ríe
-
¿Ama?
-
Este hombre no es Jenofonte
-
¿Qué?- Eugene miraba molesto a Jador y se ponía
en posición de ataque-
-
Déjadle- Medea aparecía detrás de ellos- sin
duda no podrías… es más fuerte que tú, incluso es más fuerte que yo misma-
Medea caminaba alrededor de ellos como si flotase y con una gracia hipnótica-
pero que es torpe no hay remedio
-
Mis excusas- Eugene miraba molesto a Jador-
-
Yo jamás te mentí, nunca afirmé ser ese vampiro
-
Ah… lo recuerdas- Medea lo miraba fijamente y le
sonreía de forma tétrica- ¿Y qué deseas? ¿No harás dramas tontos y te
convertirás en un lobo gigante esta vez?
-
Me has dicho que viniera y te encontrara
despierta, y eso he hecho. ¿No sugeriste que habláramos tranquilamente como
hijos de Gaia y el Wyrm?
-
Pero no esperaba tan rápido tu presencia ¿Qué ya
tienes las preguntas?
-
¿Y tú las respuestas? Yo siempre estoy lleno de
dudas
-
Mis respuestas no tienen que ser verdad… o
mentira ¿Quieres jugar?
-
No percibo maldad en ti…- Jador caminaba a su
alrededor- no siento esa ansiedad de maldad que me llevó a convertirme en
crinos
-
Que lástima… yo que deseaba experimentar con tu
aspecto
-
¿Qué dices?
-
Nada.. nada- reía Medea mientras de pronto ya
estaba sentada en un diván- Creo que nuestra plática aún tiene mucho que dar
-
¿Porqué lo dices?
-
Tal vez por mí- Jenofonte llegaba con una mujer
que tenía la mitad felina-
-
Un Garou- Alankar sonreía fascinada-
interesante-
-
Vurdalak- Jador se ponía a la defensiva- me has
traído a una trampa
-
No, no- Jenofonte sonreía amablemente- sin duda
solo hemos coincidido, si detectases maldad mi joven garou ¿No habrías vuelto
ya un crinos salvaje?
-
Mmm- Jador se relajaba-
-
Que interesante… podemos convivir
civilizadamente… aunque mi cordura suele ser temporal- Medea sonreía mientras
juntaba sus manos-

No hay comentarios:
Publicar un comentario