sábado, 1 de marzo de 2014

Jenofonte y Alankar se encuentran con Medea



-La fiesta ha sido más emocionante de lo que podíamos esperar.
-Cierto, Alankar, acostumbrados a dormirse mientras conversan no creo que ahora tengan muchas ganas de siestas. Julio y sus amigos van a ser un problema a partir de ahora, también para ti por haber venido conmigo.
-Fue decisión mía, ellos no me trataban como me corresponde por poder y antigüedad, creían que era sólo su mascota porque tengo un aspecto diferente, van a conocer mi poder y te aseguro que no les va a gustar.
-Es cierto, a mi me respetan pero les incomoda mi presencia, como la de los que son de mi familia, a no ser que sean siervos como Yoda. Va a ser una guerra entre el ladrón y Julio, tu no tienes por qué entrar en ella, podrías abandonar esta ciudad y este país.
-No le debo nada al ladrón, es cierto, y tanto a mi como a ti el regalo de la luz del sol no es tan importante como para los otros, siempre deberemos estar en la sombra. Pero estoy contigo, somos amigos desde hace mucho y además tengo ganas de hacer pagar a todos esos todo el desprecio que me han profesado.
-No te he dicho a donde vamos, esperaba ir sólo, pero ya que esta es también tu guerra me acompañarás, es ahí delante.
-¿Vamos a un concierto?, no he traido dinero para las entradas.
-Jajajaja, no es necesario, ya sabes quien actúa.
-No tengo ni idea, pero empiezo a hacerme una idea.
-Voy a mandarle un mensaje a ella para que mande a alguien a la puerta trasera.
Un par de minutos mas tarde esa puerta se abría y aparecía Eugene.
-¿Eres Jenofonte?
-¿Tu que crees, que soy el repartidor de pizzas?, ¿no te ha dicho ella que estaba aquí?
-Sí, pero ya he cometido un error y quiero asegurarme, además no me ha dicho nada de que vinieses acompañado, espera aquí que pregunte, ¿Quién es ella?
-Dile que me acompaña Alankar.
-Dice que podeis pasar.
-¿Te sorprende ver a alguien como yo?, le preguntó Alankar.
-Eso es cosa mia, las razones que tenga mi ama para tratar con quien quiera no me incumben, sólo obedecer hasta la muerte.
-Tu sentido del deber es encomiable, ahora si nos permites vamos a entrar.
-Noto el olor de un garou, Jenofonte, podría haber un peligro detrás de esa puerta.
-No te preocupes, si hubiese algún peligro Eugene lo sabría y actuaría, tenlo por seguro. Además me resulta conocida esa olor, y me sorprende, aunque no demasiado conociéndola a ella. Jador, cuanto tiempo, te veo con muy buen aspecto y con mejor olor que allá abajo, espero que ahora tengas un poco mas de paciencia en cuanto a atacar a alguien mucho mas poderoso que nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario